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¿Cuáles son las tendencias investigativas en el campo de la conciencia metalingüística?

La Figura 1 permite evidenciar que los estudios privilegian la denominación anglófona de conciencia utilizada por Bialystok y Ryan (1985), Bialystok (1986a, 1986b) más que la denominación capacidad o reflexión, habitualmente denominadas de esta manera en la escuela francófona (Gombert, 1990; Demont y Gombert, 1995; Gombert y Colé, 2000). Ello mostraría la influencia de la tradición anglófona en el estudio de la CM.

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figura 1

En cuanto a los enfoque investigativos, primó el enfoque cuantitativo con un 66.6% mientras que el cualitativo ocupó un 23.8%.  Se encuentra un interés, aunque menor, por las investigaciones de corte mixto con un 9,5%. La primacía del enfoque cuantitativo se  corresponderían con la tradición experimental de la psicolingüística y reflejaría la necesidad de medir la incidencia de la conciencia metalingüística en las habilidades lectoescriturales asumidas como productos lingüísticos. Los estudios psicolingüísticos de corte cualitativo indicarían el interés por avanzar hacia una comprensión de los procesos involucrados en el desarrollo de la conciencia metalingüística. La combinación de lo cuantitativo y lo cualitativo en los enfoques mixtos reflejaría una visión más holística para el estudio de la CM como proceso y como producto.

 

En cuanto a los instrumentos utilizados en los 21 estudios se puede deducir que se privilegian aquellos que involucran tareas de segmentación, corrección, valoración, sustitución, reconocimiento, y supresión de palabras, ya que estas tareas están presentes en el 75% de los casos. En cuanto a las tareas que demandan un nivel cognitivo más elevado, como es la corrección del error y la justificación del mismo, sólo se evidencian en un 12,5%. En tal sentido, Fernández y Gallego (2015) aplican como instrumento el THAM-1 (Delgado y Pinto, 2015) que representa el instrumento más completo utilizado en todos los estudios presentados. Este test hace parte de una trilogía de pruebas: THAM-1 para niños de 4 a 8 años, THAM-2 para niños de 9 a 14 años y THAM-3 para jóvenes y adultos.  Estas pruebas, traducidas al inglés, español, francés portugués e italiano, miden las habilidades de tipo cognitivo-lingüístico de amplio alcance, dividiendo la prueba en dos secciones: habilidades metalingüísticas generales (HMLG) que miden el orden de las palabras, la valoración de su longitud, la segmentación léxica, etc., y habilidades metalingüísticas específicas (HMLE) encargadas de la identificación de palabras, letras y números impresos y la morfología y función de los signos escritos.  Por otra parte, Martín (2018) desarrolla su Modelo Derivativo, que incluye tareas que van más allá de encontrar o corregir el error, puesto que el autor espera que los niños puedan escribir frases derivadas de un conjunto de letras como al/ex.  Tanto Fernández y Gallego (2015) como Martín (2018), consideran que los niños a corta edad pueden hacer prueba de desafíos lingüísticos y se alejan de las pruebas tradicionales donde el sujeto es un actor poco activo, resumiendo la tarea metalingüística a determinar si una frase es correcta o incorrecta.

Puedes descargar los estudios que guiaron esta investigación

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A nivel de distribución geográfica, tal como se evidencia en la Figura 2, son España y Chile los países en donde se hacen más esfuerzos por estudiar la CM, cada uno con 38,09%, seguidos de Colombia quien marca un interés de 9,52%. Brasil, Perú y México reportan el mismo índice con 4,7% de estudios registrados en las tres bases de datos analizadas.

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figura 2

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